Por Carlos Rey
Publicado en el número 5 de la revista LA FRAGUA, mayo de 2014.
El nuevo disco de
Juan Manuel Cañizares es de música clásica y suena a
flamenco. El título ya empieza dando pista, Falla por
Cañizares. Y es que Cañizares es de esos
pocos privilegiados que se mueven igual de bien con la guitarra en el clásico y en el
flamenco. No obstante, es profesor de guitarra flamenca en la prestigiosa
Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC) donde, a
mi juicio, hace algo muy importante, acercar el flamenco al lenguaje musical,
cosa hasta hace poco
impensable, aunque aún quede mucho camino por recorrer. En sus composiciones y su guitarra, lo clásico y lo flamenco tienen puntos de encuentro, lo mismo que en su trayectoria artística, lo que le ha llevado a ser el primer y único guitarrista flamenco invitado por la Orquesta Filarmónica de Berlín, con la que en su Concierto Europeo interpretó el Concierto de Aranjuez, dirigido por Sir Simon Rattel en el Teatro Real.
impensable, aunque aún quede mucho camino por recorrer. En sus composiciones y su guitarra, lo clásico y lo flamenco tienen puntos de encuentro, lo mismo que en su trayectoria artística, lo que le ha llevado a ser el primer y único guitarrista flamenco invitado por la Orquesta Filarmónica de Berlín, con la que en su Concierto Europeo interpretó el Concierto de Aranjuez, dirigido por Sir Simon Rattel en el Teatro Real.
Después de siete discos editados, ahora el guitarrista de Sabadell nos presenta su nuevo trabajo sobre Falla en forma de trilogía. Aprovechamos esta ocasión para charlar con él.
Anteriormente ha
editado trabajos discográficos sobre Albéniz y Granados. Parece lógico que ahora lo
haga sobre Falla. ¿Le atrae
especialmente el nacionalismo musical y sus formas folklóricas?
Como dijo Joan Miró, "Para ser
universal, hay que ser local". Y estoy muy de acuerdo con esta frase. Yo
aprecio muchísimo la música clásica española y a estos
grandes compositores que han visto en el folklore español y en el flamenco
una fuente inagotable de inspiración. Ellos fueron muy
“locales” y eso junto a su genialidad los catapultó
a la universalidad.
Esto es muy interesante y daría para muchas horas
de conversación y reflexiones. Por cierto, y como
detalle adicional significativo, te comento que esa cita de Miró de que "Para
ser universal, hay que ser local" me la dijo el maestro Paco de Lucía hace muchísimos años. Que me lo diga
Paco de Lucía tiene aún más fuerza porque
toda su vida ha sido un ejemplo luminoso de ese ser local y universal al mismo
tiempo.
Cuando realizo las
transcripciones de Falla, Albéniz, Granados…, lo que más me importa es la
inspiración que estos músicos tuvieron al
dejarse influenciar por la música flamenca. Lo
que realmente me atrae de ellos es cómo desarrollan sus
ideas musicales basadas en el flamenco y en el folklore, es decir, su maestría musical y su
inspiración. Ellos nos han
dado una lección inspiradora de la riqueza que contiene
nuestra música y de su
universalidad.
A la hora de
abordar a Falla, ¿qué le ha supuesto más dedicación, el hecho de
transcribir las obras a la guitarra o la interpretación en sí?
La dedicación y el cariño van de la mano
cuando las cosas se viven desde la base del amor. Todas estas transcripciones
están abordadas desde
ese plano y, por lo tanto, todas son hijas de la más honesta
sinceridad por mi parte. Es cierto que Falla quizás es el compositor
que más se inclinó hacia la música flamenca y eso
a mí me es más familiar, más cercano en cuanto
a vivencia. Sin embargo, en lo que a esfuerzo y trabajo se refiere todas las
transcripciones y las grabaciones son hijas de un tremendo amor por la música y cada una
reviste una importancia y dificultad especial.
El repertorio de
Falla es muy conocido y además ha sido interpretado
en numerosas ocasiones por artistas de diferentes estilos. Dice usted que ha
querido destacar la esencia flamenca del autor gaditano. ¿Cómo se consigue? ¿Es cuestión de recursos técnicos o hay algo más?
Se consigue, desde
mi punto de vista, conociendo el lenguaje desde el que nació la propia composición o muchas de sus
ideas musicales. La técnica para mí no es algo
separado de la interpretación musical así como nuestro aparato fonético para hablar,
lengua, mandíbula, etc..., no
está separado del mensaje que comunica. En este caso, el mensaje musical
vive, se transparenta en los medios, en las manos y en el instrumento, no es
que la técnica vaya por un
lado y el mensaje por otro. Mensaje y técnica van de la
mano. Lo que sí que creo que es
fundamental es tener un lenguaje que te permita transparentar la idea musical
tal y como tú la vivencias y la
concibes. En mi caso, ese algo más sobre el que me
preguntas, ese plus diferente, es el del lenguaje flamenco, y ahí la técnica y la expresión se canalizan por
un sendero bien definido.
Como guitarrista,
usted ha trabajado con artistas de muy diferente procedencia. ¿Qué le aporta el ser
flamenco a la hora de interpretar otro tipo de música?
El ser flamenco me
permite dar un colorido exótico cuando interpreto
otras músicas o cuando
colaboro con otros músicos. El flamenco
es una música exótica porque integra
parte de la armonía occidental con la cultura
musical de Andalucía. Es una música que se hace
relevante conviviendo con otras músicas porque su exotismo
emerge de forma inmediata al oído. En cuanto en un
tema pop, por ejemplo, aparece una guitarra flamenca el oído lo detecta
enseguida. Y en mis colaboraciones, desde El Ultimo de la Fila hasta Peter
Gabriel, siempre he tratado de integrar ese sonido flamenco en otras músicas y con otros músicos.
La pérdida de Paco de Lucía ha sido un duro
golpe para el mundo de la música. Una década a su lado da para mucho. ¿Qué destacaría de su época junto al
maestro de Algeciras?
La pérdida de Paco de
Lucía ha sido una de
las pérdidas más profundas, que ha
inundado nuestro corazón como un tsunami y
ha dejado una playa solitaria, desolada, vacía de paisajes. En
esta playa nos encontramos todos los que lo queríamos y queremos. En
lo personal, su pérdida me ha afectado profundamente pues,
como tú bien dices, una década con Paco de
Lucía da para mucho. En
el plano humano destacaría la honestidad
consigo mismo y con los demás. Paco era espléndido con todo el
mundo y en especial con la gente que para él era importante.
Siempre tenía un buen consejo
para darte y siempre estaba dispuesto a ayudarte, a darte ánimos. Y en lo
musical y para el flamenco, nada volverá
a ser como cuando él estuvo con
nosotros. Lo vamos a echar de menos. Ya lo estamos echando de menos. Descanse
en paz.
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