Por Juan Silva
Era martes, corría el año 1957,
casi primavera, cuando junto al Pozo de Bernabé se oyó por primera vez el
quejío de Paquito. Isabel daba a luz al primero de sus hijos el 19 de marzo. Lo
bautizaron con el nombre de su padre, Francisco.
Francisco Páez Moreno, que así
es como se llama Paquito de La Isla, se levantaba temprano, antes que pasara el
camión de la basura. Se iba a recoger el pan duro que encontraba entre los
desperdicios y lo vendía para alimentar a las vacas a una señora de una de las
muchas huertas que entonces había en La Isla, Con las perrillas que sacaba se
comía un bollo con manteca. Después, como tantos niños de esa época, pasaba el
día jugando en la calle con los amigos a los bolis[1], al trompo, a la lima[2]… Así fue la infancia de
Paquito, por entonces no sabía que sería Paquito para toda la vida.
Al colegio fue durante poco
tiempo hasta que con 11 años se marchó a Barcelona a una imprenta donde trabajo
de chico para todo. Allí se quedó hasta los 14 años cuando vuelve a La Isla y
comienza a trabajar en las salinas hasta los 20. —El oficio de la salina es muy duro, pero lo aprendí pronto —Nos
cuenta Paco—. Empecé de hormiguilla[3]… Estuve
en unas pocas, en la salina de San Cayetano, el islote Santiago frente al
Ventorrillo del Corral… Trabajaba, además de la temporada, en invierno
arreglando le huerta fuera, poniendo piedras.
Foto de portada de su CD Cantaó, de Juan Silva |
La primera vez que Paco canta
ante un público numeroso lo hace en el Teatro de las Cortes. Había un festival
en apoyo a una huelga de la construcción, en el 76 o 77, donde actuaban muchos
artistas locales. Él no estaba en el cartel pero se pasó por allí a escuchar.
Metido entre bambalinas le comentó a uno, que parecía llevar la organización de
aquello, que le gustaría cantar. Entonces le buscaron un guitarrista. Allí estaba
Ramón de La Isla pero, tras un diplomático “tengo
los deos fatal de haberle tocao a todo el mundo”, Paquito terminó cantando
acompañado de José Armario el Lete, con quien cantaría muchas otras veces a
partir de entonces. Su actuación fue del agrado de los asistentes por lo que a
partir de entonces paso a ser más conocido en San Fernando.
En los años setenta en La Isla
el cante se podía dar en prácticamente cualquier bar donde hubiese su vinito y su
buen ambiente. Paco recuerda especialmente el Metepatas y el chiringuito de
Paquita, más palante de la iglesia del
Buen Pastor, donde paraban muchos buenos aficionaos de los que fue
empapándose y nutriéndose. Ya a partir de 1974 cuando abrió sus puertas la
Tertulia Flamenca esta se convirtió en el punto de encuentro por excelencia
para los flamencos.
A lo largo de su trayectoria
artística ha compartido escenario con Turronero, Juan Villar, Chano Lobato, Terremoto,
Rancapino, Capullo de Jerez… También ha ganado varios premios entre los que
destacan el primer premio del Concurso Nacional de la Tertulia Flamenca de San
Fernando en 1994 y el primer premio del IX Concurso Nacional de Cante Flamenco
Memorial Camarón de La Isla en 2010. En
algunos me han dao dinero y en algunos una placa- nos explica.
Según nos cuenta, sus cantaores
preferidos han sido Camarón, indiscutiblemente, el Indio Gitano, Antonio
Mairena, Rafael Farina. También Enrique Morente, y como rumbero el gran
Bambino. Hoy día disfruta con la guitarra de Vicente Amigo y el baile del Pipa
o Farruquito. O, si nos salimos del flamenco, con Luciano Pavarotti, U2 o el grupo británico The Cure.
Merece la pena oír cantar a Paco, oírlo y verlo. Siempre con su porte señoríal, el pantalón con su raya y los lustrosos zapatos negros de puntera. Chaqueta, corbata y un imperdible engarzado a modo de broche en el chaleco… Trae suerte. Cuando él canta siente el cante y especialmente las seguiriyas: La seguiriya es un cante muy potente, que te lestima a ti mismo. Una seguiriya cantá por derecho es un cante que lestima, lestima. El taranto también…
Últimamente ha pisado las tablas de escenarios de Madrid, Bilbao, Zamora, Cuenca, Ciudad Real… acompañado por Víctor Rosa, Juani de La isla o Adriano Lozano, guitarristas isleños con los que Paco se siente a gusto.
Cuando se le pregunta por el flamenco fusión o el flamenquito Paco responde sin complejos que si se hace bien…, en el disco que he sacao estoy haciendo cosas de esas. Si se hace flamenco aunque le meta una cajita o una flauta no pasa na tampoco. O to va a ser guitarra y cantaó na ma. Yo en el disco voy a sacar cuatro temas flamenco puros y cuatro ritmosos.
Cuando salga el disco, yo qué se lo que pensará la gente de mi, o si va gusta, o no va gusta. Paquito no sabe si su disco gustará pero está ansioso por salir de dudas. Tras una vida cantando por fin ha conseguido inmortalizar su voz y espera con ilusión poder mostrar su trabajo. Enseñarle a los que han creído en él lo que ha sido capaz de hacer… en este disco lo hemos cambiado to, he metido nuevo to, músicas y temas.
Merece la pena oír cantar a Paco, oírlo y verlo. Siempre con su porte señoríal, el pantalón con su raya y los lustrosos zapatos negros de puntera. Chaqueta, corbata y un imperdible engarzado a modo de broche en el chaleco… Trae suerte. Cuando él canta siente el cante y especialmente las seguiriyas: La seguiriya es un cante muy potente, que te lestima a ti mismo. Una seguiriya cantá por derecho es un cante que lestima, lestima. El taranto también…
Últimamente ha pisado las tablas de escenarios de Madrid, Bilbao, Zamora, Cuenca, Ciudad Real… acompañado por Víctor Rosa, Juani de La isla o Adriano Lozano, guitarristas isleños con los que Paco se siente a gusto.
Cuando se le pregunta por el flamenco fusión o el flamenquito Paco responde sin complejos que si se hace bien…, en el disco que he sacao estoy haciendo cosas de esas. Si se hace flamenco aunque le meta una cajita o una flauta no pasa na tampoco. O to va a ser guitarra y cantaó na ma. Yo en el disco voy a sacar cuatro temas flamenco puros y cuatro ritmosos.
Fotografía Juan Silva |
Paco
está a punto de terminar su disco titulado CANTAÓ. Un trabajo producido por LA
FRAGUA y bajo la dirección artística de Carlos Rey y Juan Antonio Iglesias, Trysko. Meterse por primera vez en un
estudio de grabación con cerca de sesenta años ha sido algo raro para él. Ponerse
a cantar sin un guitarrista a su vera le ha resultado bastante extraño: llego allí y no hay guitarra ni na… y está to. Canto yo y me toca la guitarra el otro, pero no coincidimos.
Cuando salga el disco, yo qué se lo que pensará la gente de mi, o si va gusta, o no va gusta. Paquito no sabe si su disco gustará pero está ansioso por salir de dudas. Tras una vida cantando por fin ha conseguido inmortalizar su voz y espera con ilusión poder mostrar su trabajo. Enseñarle a los que han creído en él lo que ha sido capaz de hacer… en este disco lo hemos cambiado to, he metido nuevo to, músicas y temas.
Paco siente vértigo, el vértigo de verse en un espejo por primera vez en la vida, que en lugar de su imagen reflejará su voz.
[1] Canicas
[2] Una especie de rayuela en la que se utilizaba una lima
para clavarla en el suelo embarrado de las calles y así ir completando el
recorrido establecido.
[3] Chiquillos que guiaban los borricos cargados de sal. Había un peón que
era el vaciador que vaciaba las cargas porque ellos no podían. Pero su tarea
era arrear al borrico y que
cogiera para un lado o para otro.