Chato de La Isla. El niño del tranvía

Pa cantá un macho de soleá (minuto 21’27”) sin llegar a la tesitura y que no se note hay,  que tener oficio, y este pequeño cañaílla que echó los diente cantando en el tranvía de La Isla a Cádiz lo tenía.
“El canto es como el vómito”. Quería referirse el buen señor a que es algo incontenible cuando viene y difícilmente de emitir a voluntad. Nadie lo diría… Era conmovedor escucharlo haciendo uso de ese pequeño apéndice que le daba nombre. Un cante nasal, susurrado, que se siente como un murmullo al oído en una misa, mejor aún como el rumor de una palabra esperada en el lecho amatorio. Y de ese arrullo, saltaba al cante de poder como de chorrillo a torrente.
Despachaba bien los palos a dos manos, cuando tocaba apretar, apretaba. Fueron muchos los años de tablao cantando pal baile en Los Canasteros de Caracol. “Eso no es flamenco, es a ver quién grita más” decía refiriéndose a que doce mujeres taconeando, dos guitarras y dos cantaores hacen mucho ruido.
Era caracolero y en esto no se puede ser objetivo. Caracol era de su generación y le dio de comer, amén de las emociones que vivirían en los reservados. Por Camarón sentía admiración pero como un fenómeno irrepetible. La genialidad de José Llerena fue salir ileso de la impronta que dejaron para la historia esos dos genios del cante: Caracol y Camarón. Y eso lo hizo con una dignidad propia de un gran hombre.



Trysko

Paquera de Jerez. Llamando a la bulería

No son creíbles las palabras con las que comienza este vídeo, a no ser que por modestia o complejo de vasallo, la inconmensurable Paquera yerre las dimensiones de su presencia donde se oyera un cante. Y no digamos cuando lo llamaba por bulerías. Invocaba todas las fuerzas de la tierra y de su raza como un Moisés a los pies del Mar Rojo.

La Pavarotti del cante hondo, la reina de las bulerías, Francisca Méndez, como una pirámide se sujetaba de pie en el centro del escenario con una silla de enea y la desbarataba al apretar el cante con las manos. Pero claro, recoger todo ese caudal le dolía en la garganta y lo acusaba en el gesto. Sabía los tiempos de la bulería (fíjense en el minuto 5 cómo detiene la frase tengo una estera donde yo duermo…). Así y todo, alargaba las sílabas a sabiendas de que era su fuerte, y que el guitarrista se las apañara. Sabía cantar y, a pesar de ello, cada vez que regresaba al Villamarta, enfermaba, y no hablo de oídas porque yo la vi postrada en más de una ocasión. Le debía este pequeño homenaje por llamarme Josemari porque le recordaba a Manzanares y porque en tantas fiestas mis amigos y yo la evocamos a ella igual que ella invocaba todas las fuerzas de la tierra y de su raza como un Moisés a los pies del Mar Rojo. 



Trysko

LA FRAGUA en El Güichi del Loro Rojo


15 y 16 de junio de 2013. LA FRAGUA en El Güichi del Loro Rojo.


Durante estos días El Güichi del Loro Rojo será nuestra sede con la siguiente programación:

  • 15 de junio, a las 20:00 horas, inauguración de la sede con una PONENCIA SOBRE LOS PALOS DEL FLAMENCO en la que intervendrán CARLOS REY y JOAQUÍN DE SOLA.
  • 16 de junio, a las 14:30 horas, degustación sorpresa gentileza del Güichi.
  • 16 de junio, a las 18:30 horas, JUERGA FLAMENCA.

Os esperamos.