El 16 de mayo de 1836, en el número 13 del callejón de San
Miguel, nacía Pedro Fernández Fernández, hermano pequeño de María Borrico. En
esos momentos, España tenía una reina de seis años. En La Isla vivían poco más
de once mil almas y en la provincia de Cádiz la cuarta parte que hoy en día.
Entonces, a la seguiriya aún no se le llamaba seguiriya.
Me imagino a Pedro correteando por esas calles de La Isla, del
Buen Suceso[1], de las Pitas[2], del Merendero[3], San Rafael, o
por las huertas de Zuazo o del Merendero. Quizás alguna vez su madre lo mandó a
El Colmado, que por lo visto se encontraba haciendo esquina entre su calle y la
calle San Rafael, a por una chiquita de vino pa la comida[4].
Este niño fue creciendo y