Niña Pastori ...con Camarón

Publicado en el número 1 de la revista LA FRAGUA, agosto de 2012.

Desde La Fragua, seguimos contactando con músicos y gente del flamenco en general para que nos cuenten la influencia de Camarón en sus vidas, en su arte, cómo lo conocieron, qué hicieron juntos, en fin… sus experiencias con el Maestro.

Niña Pastori. Cantaora

Personalmente pienso que Camarón ha sido el artista que más ha aportado al flamenco. No sólo ha influido en el cante, que por supuesto, sino también en el toque y en el baile. Ha tenido todas las cualidades que un cantaor puede tener, conocimiento, afinación y ritmo, lo más importante. Y luego, la capacidad de transmitir al que le está escuchando lo que él está sintiendo en ese momento.

SIN PAÍS. Ali Khattab.

Sin país. 2014


El egipcio Ali Khattab produce y compone su segundo disco Sin país, que se presentó el verano de 2014 en Madrid y en El Cairo respectivamente. Con clara presencia de la música árabe, egipcia y africana en general, el flamenco se cuela con total naturalidad ya que, como dice el propio autor, “un cantaor flamenco no tiene que aprender la música egipcia para cantar en ella, solo tiene que saber dónde colocarse y viceversa”. Edita: Nesma Music.

Pastora Galván. El espejo de mi Alma

Por Antonio Canales

 

Publicado en el número 6 de la revista LA FRAGUA, febrero de 2015.

Pastora Galván... Un espejo, de ocho prismas, es por donde transita la mirada y las inquietudes de la gran bailaora y artista Pastora Galván. Así se titula el nuevo trabajo, como creadora e intérprete, en el que está inmersa en estos momentos la sevillana.Ella es bailaora per se, de familia de enjundia Galvánica, y por sus venas corre desde siempre el arte sublime e inconmensurable de la flamencura. Lo que nos quiere transmitir con su baile roza la vehemencia del saludo más reverenciado hacia sus mayores y, a su vez, el reto para

Farina de La Isla, la última esencia del cante

Por Lolo Picardo

Publicado en el número 6 de la revista LA FRAGUA, febrero de 2015.

Será de las pocas personas que queden en nuestra Isla con ese arte innato que tiene Farina. Farina de La Isla, sobrenombre que le pusieron porque su cante emulaba a ese gran cantaor de Salamanca, a ese gitano que bordaba los fandangos y los remataba con multitud de requiebros y melismas. Pues nuestro Farina, el de aquí, es bueno, educado, servicial y su cante es puro, claro como el agua de los arroyos, sin impurezas.
Perteneciente a esa generación mítica de La Isla, donde el flamenco de cabales era una profesión y donde los parroquianos exigían un cante con la media botella, un fandango para irse contentos a casa o unas bulerías para chocar los nudillos con la mesa de madera. Sebastián Rodríguez, que así es su nombre, convivió con los mitos del flamenco de los años 50 y 60, solo que él no llegó. Él nunca quiso irse, quizás el amor a su madre siempre se lo impidió. No pudo realizarse como