Flamenco en red


Por Carlos Rey

Publicado en el número 3 de la revista LA FRAGUA, octubre de 2013.
El flamenco llega a la Universidad y lo hace con vocación de continuidad. Eso es lo que piensa Salvador Catalán, responsable del curso Flamenco en Red, que coordina la Universidad de Cádiz. La idea surge como una iniciativa del Proyecto Atalaya, del cual forma parte la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo junto a las diez universidades públicas andaluzas. La primera edición fue en el curso académico 2009 / 2010, presentándose
como un vehículo para el estudio y la difusión del flamenco. Este año nos encontramos en la cuarta edición.
La estructura del curso consta de seis bloques: espectáculos, conferencias,  fundamentos del flamenco, presencias flamencas, curso progresivo de baile flamenco y talleres temáticos. En todos ellos han participado especialistas en la materia tales como Eva la Yerbabuena, Mariana Cornejo, Carmen de la Jara, Dorantes, José Valencia, Ana Morales, Caballero Bonald, Fermín Lobatón, Manuel Curao, Faustino Núñez, Rancapino, Fernando de la Morena , Diego Carrasco, Mónica Bellido, José Mª Castaño y muchos otros. En principio, se trata de unos itinerarios teóricos y divulgativos, nada que ver con el Aula de Música Moderna y Jazz de la UCA, que se encuentra muy consolidada y donde los alumnos pueden estudiar diferentes instrumentos con maestros de primera calidad, aunque no se descarta que en un medio-largo plazo Flamenco en Red también ofrezca contenidos prácticos. Sería muy aconsejable, ya que en la actualidad la presencia de la música en general y del flamenco en particular en el currículo académico se contempla en niveles mínimos. Esto ocurre en toda su extensión, no solamente en la enseñanza primaria o secundaria, sino también  en los niveles superiores. No obstante, con respecto al flamenco, la formación del profesorado de música en la Universidad se limita a escasos aspectos teóricos y, aunque se estudia la voz, la guitarra, las percusiones, el teclado, el repertorio flamenco es meramente testimonial.
Quizás, debido a su carácter  popular, el flamenco no ha tenido presencia académica en los ámbitos educativos, viviendo estos totalmente ajenos a un arte tan rico como complejo. Por eso la divulgación es algo fundamental e Internet se presenta como una oportunidad única. De esta manera, la Red y la Universidad, pueden servir de base para que algún día no muy lejano, el flamenco se cuele definitivamente en las aulas. De hecho, nos cuenta Salvador Catalán que el término tedra de Flamenco, se utiliza de manera oficiosa, ya que no existe en la actualidad tal categoría académica en relación con el flamenco. En cuanto a los conservatorios, pasa un poco los mismo. Son muy pocos los que ofrecen la titulación oficial en guitarra y cante. Curiosamente, es más fácil estudiar guitarra flamenca reglada en Cataluña o en Holanda que en Andalucía. Este es un déficit que muchos de los ponentes de Flamenco en Red lamentan públicamente, aunque  parece que desde las  instituciones  están empezando a tomar conciencia de la importancia de apoyar y fomentar el flamenco. Tal es el caso del último Estatuto Andaluz que reconoce al flamenco como parte inherente de nuestra cultura,  o  la proclamación del flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO. Sin embargo, esto no hace más que evidenciar la carencia dentro del sistema educativo en toda su amplitud.
Por todo ello, es motivo de celebración que surjan iniciativas como la de Flamenco en Red, que pretenden poner en valor este arte, que es algo más que la música que lleva implícita: es la manera de plasmar las emociones de un pueblo que canta lo que vive. Es un momento idóneo para hacer una apuesta valiente por la cultura, que no tiene porque ser una empresa deficitaria, sino más bien lo contrario, como lo demuestra el Catedrático de Organización de Empresas de la Universidad de Cádiz, José Ruiz Navarro, en su trabajo El flamenco: la industria cultural por excelencia de Andalucía, donde enumera los diferentes sectores laborales en los que el flamenco tiene grandes posibilidades de desarrollo, tales como el turismo, el mundo discográfico-audiovisual, la moda, los espectáculos y eventos, la artesanía y la formación.
Nos cuenta Salvador Catalán que hasta el momento, la respuesta al programa ha sido muy positiva con veintiuna universidades nacionales adheridas y un número total de cuatrocientos veinte alumnos en la edición 2011/2012 de procedencia tanto nacional como internacional (básicamente, Italia)”. Este último curso también ha sido un éxito. La participación de alumnos va en aumento, y eso que Flamenco en Red se financia con las matrículas de los participantes, lo que viene a demostrar su sostenibilidad. El proyecto se ha convertido en una de las mayores plataformas del flamenco en la Red y, aunque su cuna sea la Universidad, el acceso es para todo aquel que quiera saber un poco más de este arte que derriba fronteras.

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