PIRIÑACA 2018


Por quinta vez, os presentamos nuestra noche de flamenco callejero, nuestra Piriñaca. La piriñaca, por si alguien no la conoce, es un aliño realizado con tomate, pimiento y cebolla aderezado con su aceite de oliva y su poquito de sal. En nuestra piriñaca también se unen tres ingredientes: nuestro flamenco, nuestras calles y nuestra gente, todo esto aderezado con una mijita de levante o poniente, al gusto de los dioses, y un chorrito de buen vino.

La presente edición se iniciará el día 24 de agosto a partir de las 20:30 h con una clase callejera para quien quiera conocer La alegría de UPACE, que se bailará el Día Mundial de la Parálisis Cerebral, que se celebrará el 3 de octubre, dentro del programa de eventos que desarrollará UPACE a lo largo de 2018, en conmemoración de su 40 aniversario. Aquí podéis encontrar más información.

Posteriormente, contaremos con las actuaciones de Joaquín de Sola, acompañado a la guitarra por Víctor Rosa; María José Coca, con Juan Manuel Fernández a la guitarra, y Antonio Ramos, con la guitarra de Javier Sánchez.

A continuación os dejamos una breve reseña de cada uno de ellos.

JOAQUÍN DE SOLA

Con una voz natural con deje afillado, Joaquín de Sola es flamenco maduro en su juventud. Largo de expresión, cuando De Sola canta, viene a subirnos a las montañas para después bajarnos a los valles. Alargar el tercio y mantenerlo afinado es su dominio natural. Un estilo se diría, escuchándolo, tan rotundo y tan propio. Cantaor consolidado en el panorama flamenco actual, con discografía propia, es cantera segura de estos pagos, porque con Joaquín de Sola tenemos asegurado Isla y flamenco pa rato. Hay que verlo y oírlo para entender que elabora, aporta y trasmite cultura flamenca por los cuatros costados.

Joaquín de Sola con Víctor Rosa. Fotografía Juan Silva

VÍCTOR ROSA

La bajañí en sus manos invita al cante. Como tiene que ser, porque este guitarrista isleño y cañaílla suscita e invita al cantaor a la liturgia flamenca. Tanta experiencia acumulada le ha dado un conocimiento exhaustivo de lo que se trae entre manos, por eso cuando Víctor Rosa acompaña al cante y al baile levanta el misterio de la música flamenca de la que forma parte por derecho propio. Poderoso pulgar y picado fino, de precisión en las primas y redoblando en los bordones. Es guitarrista centauro porque la guitarra y él son todo uno. Cuando Víctor Rosa toca, empuja la brisa salinera del caño de Santi Petri trayéndonos el salitre poderoso del sonido de sus seis cuerdas. Siempre nos deja impactados de tan flamenco que suena.

MARÍA JOSÉ COCA


María José Coca. Fotografía Juan Silva
Su fuerte, los cantes festeros de Cádiz y el grupo de las cantiñas que se rinden a su voz dulcemente rajada. Cuando María José Coca canta, huele a pescaíto frito y bienmesabe de La Isla, del Deán y del Carmen. Por malagueñas y granaínas su cante manda. Maestra y didacta cantaora, el levante y el poniente se pelean por llevar sus melismas más allá de la Bahía. Cantaora valiente que arrostra las dificultades de frente y por derecho, la mítica bailaora Matilde Coral se arrancó a sus melismas por cantiñas y alegrías, porque María José Coca recuerda a Cádiz, Jerez y Sevilla en su cante gozoso.


JUAN MANUEL FERNÁNDEZ


Juan Manuel Fernández. Fotografía Juan Silva
Guitarrista p´atrás y p´alante, de concierto y maestro enseñante. Su guitarra suena alegre o dolosa cuando toca, pero siempre elegante. Como suenan las guitarras en Cádiz, indolentes y también poderosas, cuando entran al juego del soniquete. El toque de Juanma Fernández es la mixtura de las guitarras comarcales de la Bahía de Cádiz y la campiña Jerezana. Siempre en la cobertura al cante, siempre en el ritmo al baile, en su sitio, sin estridencias, aguantando el compás y recogiendo el tiempo para que todo cuadre. Escudero en mil batallas, es Juanma Fernández guitarrista imprescindible en nuestros pagos. 


ANTONIO RAMOS

Antonio Ramos. Fotografía Javi Sánchez
El juego de sílabas, los trabalenguas y los melismas flamencos son cotidianos en el cante de Antonio Ramos. Siempre a compás, igual se foguea por soleares que derrama la gracia cañaílla y gaditana del compás por tangos y bulerías. Es su dominio la gracia festera de Cádiz, de este rincón del sur del sur. Desde la Ardila al Puente Zuazo y desde Fadrica al Zaporito. Un regusto de cante con fundamento de la cultura flamenca de La Isla, de aquella de los principios cuando María Borrico y Perico Piña construían seguiriyas. Del cante colectivo al de individualidades, Antonio Ramos Bolita combina, en su juventud, la sabiduría de los que aprenden de mil fuentes. Y lo veremos y nos lo demostrará en la calle, en la Piriñaca flamenca de las noches de verano.

JAVI SÁNCHEZ

Javi Sánchez. Fotografía Vanesa Díaz
Javier Sánchez, cañaílla de los Puertos, tiene un toque de conservatorio callejero. Porque es su toque popular y culto. Con suave y enérgica latencia, arropa al cantaor matizándolo y adornándolo tan flamencamente. Su carrera artística pasa por batir el entorchado de los bordones y la tripa de las primas en mil escenarios. Dejando sus lecciones magistrales a las nuevas generaciones ya que, como buen guitarrista de carrera, aporta su conocimiento a la enseñanza del noble arte de tañer el instrumento. Seis cuerdas afinadas en modo frigio andaluz que en las manos de Javier Sánchez templarán las noches de Piriñaca flamenca.

 

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