Publicado en el número 1 de la revista LA FRAGUA, agosto de 2012.
Parece que fue ayer pero han pasado veinte años. José Monje Cruz (La Isla 1950-Badalona 1992), más conocido como Camarón de La Isla, tuvo una vida corta pero intensa. En el cante, marcó un antes y un después, tanto a nivel discográfico como en el escenario. Ya desde niño apuntaba maneras en su forma de entender e interpretar el cante. Se codeó con los cantaores de la época, mostrando una facilidad inmensa para aprender y hacer suyos los cantes más añejos. Poco a poco
se fue corriendo la voz de que en La Isla había un gitanillo rubio que cantaba "pa rabiá" y fueron muchos los cantaores que venían expresamente para escucharlo, desde Manolo Caracol hasta la Paquera de Jerez. Aquí, en La Isla, se fue forjando el que más tarde sería el cantaor más importante de la historia del flamenco.
No tardó mucho tiempo Camarón en dedicarse profesionalmente al cante, aunque a él le hubiera gustado ser torero, como su admirado Curro Romero o El Cordobés, pero lo que hacía realmente bien era cantar. Tanto era así que, siendo aún muy joven, le salió un contrato para trabajar con la compañía de baile de Miguel de los Reyes. No lo dudo dos veces. A partir de ahí, no dejaría de trabajar.
Foto jsilva |
En 1979, con el productor Ricardo Pachón, graba La leyenda del tiempo, aquí rompió los moldes establecidos en el flamenco
tradicional. Incorporó instrumentos hasta entonces ajenos al flamenco, tales
como el bajo eléctrico o la batería, y puso música a poemas de García Lorca
entre otros. Es la primera vez que no aparece la guitarra de Paco de Lucía,
dando paso a Tomatito, el guitarrista que la acompañaría en todos sus directos
a lo largo de su carrera artística.
En esta nueva etapa grabará ocho discos, destacando el
mítico Soy gitano (1989), con la Royal Filarmónica de Londres, y su último
trabajo, otra vez con Paco de Lucía, Potro de rabia y miel, en 1992.
El 2 de julio de 1992, debido a un cáncer de pulmón,
muere en Badalona Camarón de La Isla. El mito empieza extenderse y, veinte años
después, Camarón sigue vivo y forma parte de la inmortalidad del "Olimpo
flamenco".
A partir de aquí, salen al mercado recopilaciones,
antologías y discografías inéditas. Su vida es llevada al cine y aparecen
biografías y publicaciones del cantaor.
La influencia que Camarón y Paco de Lucía han dejado en
las nuevas generaciones de flamenco es evidente y, en gran parte, son
responsables de que este arte haya sido reconocido como Patrimonio de la
Humanidad.
Veinte años después, José Monje sigue estando de
actualidad y su legado es una fuente constante de inspiración.
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