Una reflexión después de la siesta

Por María la Mónica 

Me crie en el campo, en las viñas, por los pinares y en la playa de La Barrosa. Desde pequeñita viví en un ambiente flamenco. Cualquier excusa era buena para reunir a toda la familia con una buena berza que siempre terminaba en cante y baile protagonizado por mi tío el Cuña y mi tía Mónica, la Chiclanera.

Antes de que yo naciera, ya ellos lo vivieron en el patio de mi abuela María, la Mónica, como contaba ella: "Camarón me cantaba y yo a cambio le daba un plato puchero y unas monedas pa cogé er canario". Mi abuela me hablaba también sobre su amistad con Casilda Varela y María Picardo. Por su patio pasaron gente con mucho arte: Bambino, Pansequito y Pinto, Amina, Los Melu, el Cojo Peroche, el Bojiga...

Tras un accidente que tuvo mi tío Manolo, del que por suerte salió vivo, mi abuelo organizó una fiesta de acción de gracia. Contrató un autobús y se trajo a Las Cigarreras de Cádiz. Mi abuela les ofreció sus mejores manjares (butifarra, chicharrones y el caldito, que lo servía siempre en una cafetera) y mi abuelo se encargaba de que no faltara el vino de Chiclana. Os podéis imaginar la que se formó en aquel patio. ¡Lo que me hubiera gustado a mí vivir aquella época... cuando todavía Chiclana era un pueblecito!

Yo me siento orgullosa de mis raíces, de los artistas y músicos que ha dado mi tierra: Antonio Alemania, Pilar la Monica, Rancapino, Alonsito, Antonio Reyes, Rampli, Salvador Zuazo, Juan José Alba, Tommy Alemania, etc.

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También tengo que decir que, en mi andadura musical, ha sido y sigue siendo muy importante la gente de San Fernando. Tuve la suerte de ser corista del grupo Ea! donde, además de aprender mucho de Juan y Pilar, conocí a Antonio Lizana, Ismael Alcina, Carlos Rey, Trysko y Chico Mánager. De juerga con ellos, pude imaginarme lo que se formaba en casa de abuela aquellas noches mágicas llenas de arte y de age. A partir de ahí, se abrió una puerta... Entró Jesús Guerrero, Epi Pacheco, Adriano Lozano, Víctor Rosa, Juanma... aportando cada uno su granito de arena para que mi grupo, Las Mónicas, continuara.

Son muchas personas de La Isla las que me enseñan, me motivan, me inspiran, y no solo músicos. Gracias a Carlos Rey y su iniciativa con La Fragua, sigo conociendo a personas muy interesantes, apasionadas y comprometidas. Personas como Juan Silva, que me incluye en su reportaje de fotos, o como Lolo Picardo, que la cuelga en la Venta de Vargas, o como Chico, que contó conmigo para una charla sobre la industria musical. Y podría seguir sumando gente que me hace partícipe de sus proyectos o, simplemente, me hacen sentir bien.

Un amigo me dijo un día que había isleños que no estaban de acuerdo en contar conmigo por ser de Chiclana, y yo les digo a todos: "Es verdad que soy de Chiclana pero, realmente y desde hace ya un tiempo, más que chiclanera, me siento Chiclañaílla".